él unas deportivas limpias y marrones,
unos vaqueros pistacho, un coche blanco,
y a cuestas, mi corazón
escarmentado
y con ganas de recitarle bajito,
(aunque en realidad no sabía
que le componía versos y vidas
los días en los que él no aparecía)
mientras nos electrocutábamos
dos segundos y medio
en algo que nunca podríamos llamar
beso
porque no fue un beso,
sino la colisión de dos envolturas
de caramelos de eucalipto
que hacían mucho ruido
y ni nosotros escuchábamos.
Se llevó a cuestas, mi corazón
escarmentado
y con ganas de recitarle bajito
(aunque en realidad jamás sabrá
que le compongo versos y vidas
los días en los que él no aparece):
“Déjame aquí un poco más.
Seré la calma y no la tormenta,
seré suave y seré despacio,
con el apetito más rubio
que de costumbre,
para devorarte
hacia dentro
y hacia fuera.
Déjame aquí un poco más”.
¡Me encanta este texto! Y más me encanta ser de las primeras en decirlo. ¡Cada vez estoy más enganchada a lo que escribes!
ResponderEliminarMuchas gracias, bonita :)
EliminarEchaba muchísimo de menos esto, había olvidado lo que era visitar blogs y acabar con los pies encima de la silla leyendo despacio como si recitaras delante de cientos de personas en una sala oscura, gracias por ayudarme a recordarlo.
ResponderEliminarLos demás sentimos lo mismo cuando apareces con tus palabras :)
EliminarHola, miss, me alegra leer tus poemas (ya te soplaré en el mail cosas que podemos hacer con las letras, que tengo un par de ideas, para versos y prosa), me ha gustado el plástico de los caramelos arrugándose y el susurro, y me gusta el juego del principio que es un final y el final que parece un principio, y la repetición que haces cambiando el tiempo. Tienes otros poemas mejores en mi opinión, pero siempre dejas tu sello, hay algo en ellos a veces de fondo y a veces en primer plano que es absolutamente sensorial y muy directo, pero, dado que eso podría decirse de otras personas con un estilo parecido (pero que desde luego no son tú), las piezas encajan con suavidad y dejan siempre un sabor dulce, como si todo estuviese exactamente en el lugar en que debería estar. Y eso no es ni fácil ni casual, eso es escritura.
ResponderEliminarUn abrazote, miss Carrusel! ^_^
¡Roussel! Cada vez te echo más de menos.
EliminarNo sé si los tengo mejores o peores, pero lo cierto es que hay algunos que siento especialmente y otros que no tanto. Éste sí lo he sentido. He sentido, como dices, el papel arrugándose (porque siempre se arrugaba y siempre había caramelos). Trato de colocar más otros sentidos en los que flaqueaba. Este poema no es tan visual como otros, ¿no?
Muchas gracias por todo, Roussel, pero sigo diciéndote que no eres imparcial. Pero no me importa :)
Un besito.
Me ha encantado la reiteración de "aunque en realidad jamás sabrá
ResponderEliminarque le compongo versos y vidas
los días en los que él no aparece", dejando para el final esos versos, poniéndole un broche digno a este pedazo de texto que has escrito. No me podría gustar más lo que escribes. Entrada a entrada, poema a poema, consigues que algo haga "clic" dentro de nosotros, y muy poca gente puede presumir de conseguir ese efecto.
Eres demasiado bueno conmigo, ya lo sabes... ¡no hago ningún clic! Eso ha sido el sonido del microondas.
EliminarEres un amor :)
Ay por Dios!!!
ResponderEliminarme encantó!!!
Y el final <3 me consume, sublime!!!
Un beso grande :) ah, y quería preguntarte, cuál es el nombre de la font que utilizaste para la cabecera de tu blog?
Espero que puedas pasarte un ratito, besos!! :)
bonjoursamy.blogspot.com
Se llama Pacífico :)
EliminarMuchas gracias jiji
Muy sentido poema, así es como sucede tantas veces y ni siquiera lo percibimos, creo que describiste magistralmente uno de esos momentos que se nos pasan por alto (querer recitarle bajito).
ResponderEliminarUn beso y te sigo.
Lo deseamos continuamente, pero son esas cosas que no son tan inspiradoras para escribir. Parece que es mejor describir momentos llamativos y nos olvidamos de esos instantes a los que no le prestamos la suficiente atención. Detalles sin importancia como recitarle bajito eso que tanto tiene que oír.
EliminarUn besito.
A mi si que se me apetece ''quedarme aquí un poco más'' siempre que te leo.
ResponderEliminarEres muy grande, al igual que tu manera de escribir, espero que lo sepas.
Un besazo
www.humanfilters.blogspot.com
Mira quién me lo dice :P
EliminarQué bonito. Creo que más de una tenemos vidas y cartas a medio escribir cuando "él/ella" no aparece. Pero hay días que ni siquiera podemos permitirnos el lujo de quedarnos; ni fuerzas, ni ganas.
ResponderEliminarBesos
¡Creo que todo lo que hacemos está siempre a medio escribir!
Eliminar¿Y cuándo decidimos que es mejor no quedarnos, no intentarlo una vez más?
Que lindo poema bella, un placer pasar por acá! Besos
ResponderEliminar"(aunque en realidad no sabía
ResponderEliminarque le componía versos y vidas
los días en los que él no aparecía)" Esa parte, esa precisamente, es jodidamente sublime.
No dejes de escribir nunca, haces demasiado bien con tus palabras. Gracias, de verdad.
Un besazo muy muy fuerte preciosa :)
Es un texto muy sentido. Como una petición en silencio. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn beso (: